Es muy importante preparar a los niños antes de su primera visita al odontopediatra. Pero no caigamos en el error de prepararlos de manera muy anticipada o entregarles demasiada información sobre esta experiencia, ya que eso puede confundirlos, crear falsas expectativas o generar más temor o ansiedad.
Por eso te sugerimos qué hacer y no hacer, para que la primera experiencia de tus hijos con el odontopediatra, y por ende tu propia experiencia como papá o mamá, sea lo más exitosa posible.
¿Qué hacer?
Tener una actitud positiva ante la atención odontológica y referirse a los dentistas en buenos términos.
Decirles que conocerán a una persona que está muy interesada en conocerlos, conversar con ellos, revisar su boca, asegurarse que esté todo bien y si no es así, ayudarlos a recuperarse y enseñarles algunas cosas para mantenerse sanitos, pero sin entregar mayores detalles de los procedimientos.
Explicarles que ustedes como papás eligieron a este profesional porque confían en él y en sus capacidades.
Explicarles que estarán siempre acompañados por sus papás, nunca se quedarán solos.
Como sugerencia, unos días antes de la primera consulta, pueden pasar por fuera de la clínica para que el lugar les resulte más familiar cuando vayan a atenderse. O pueden acompañar a sus hermanos mayores y ver como ellos son atendidos.
Si lo consideran necesario, pueden agendar una hora de adaptación denominada “mi primera visita”, donde solo se recorrerán las instalaciones, se mostrarán los equipos e instrumental, se tomarán algunas fotografías y se conversará con los niños, pero sin realizar un examen clínico todavía.
¿Qué no hacer?
Explicarles con mucho detalle lo que se le va a hacer ese día, porque si eso no ocurre de esa forma, generará desconfianza.
Asociar al odontopediatra con palabras como dolor, temor, aguja, ruido, máquinas entre otras de que causen miedo.
Utilizar al odontopediatra como medio de castigo (“si no te tomas la leche te llevaré al dentista”).
Cambiar algunas de sus rutinas diarias el día de la primera consulta, como la hora de almuerzo o de la siesta.